Como comenté en la anterior entrada, hoy toca una de cine. De cine de terror, para ser más concreto.
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Fotograma de la película |
El personaje que te presento es Lucy Westenra, un personaje que aparece en la película Drácula de Bram Stoker, dirigida por Francis Ford Coppola en 1992.
Lucy (interpretada en esta versión del mito de Drácula por la actriz Sadie Frost) es la mejor amiga de Mina Murray (Wynona Ryder) y cae bajo el poder del conde transilvano que la vampiriza; en una escena de la película la podemos ver portando en brazos a un niño al que ha secuestrado para alimentarse de él. No te preocupes, el profesor Van Helsing y el prometido de Lucy llegan a tiempo para salvar al niño y a la misma Lucy de la condena de vivir eternamente como vampiresa.
Esta figura la hice muchos años atrás, de ahí algunos desperfectos que puedes observar (falta un brazo y una pierna del niño). No puedo concretar, pero calculo que la hice unos veinte años atrás, al poco tiempo de retomar mi hábito de modelar en plastilina. En aquella época vivía con mi madre y recuerdo con inmenso cariño las noches que estábamos sentados en el salón, viendo la televisión, ella con sus labores de punto o costura, yo en el sillón de al lado con una bandeja sobre mis piernas y todos los avíos para hacer mis figuras de plastilina, ambos al calor de la mesa camilla. Cada uno con los suyo, comentando lo que veíamos, o más bien oíamos en la televisión, y mi madre siempre animándome diciendo lo bien que me estaba quedando lo que hacía, que era un artista... en fin, madre no hay más que una. Momentos para el recuerdo, y gracias a Lucy, una parte de aquella época la conservo conmigo. Más ahora, que mi madre nos dejó hace unos meses...
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Lucy la vampiresa, sin un brazo. ¡Conviértete en vampiresa para ésto! |
Los detalles del vestido de novia están hechos con un alfiler; ya te he comentado lo fundamental que es para mí instrumento tan simple. El velo está hecho de tela: aquí conté con la inestimable ayuda de mi madre, que con su buen quehacer con la costura, me ayudó a solventar el problema del velo que no sabía cómo lo iba a hacer.
A ver si cuando tenga tiempo, le reconstruyo las partes que le faltan. Pero a pesar del deterioro, me apetecía compartir en este blog esta figura, rescatada del pasado, y que formó parte de un conjunto de esculturas, varias de las cuales ya han desaparecido.
Espero que te haya gustado, y por último aprovecho para recomendarte el visionado una vez más de la pelicula, y sobre todo, la lectura del libro de Bram Stoker, una joya literaria, no sólo del género de terror.
¡Hasta pronto!